El debate sobre la necesidad de legislar para frenar las violaciones de los derechos humanos en la cadena de suministro lleva tiempo en marcha. En Alemania, las discusiones han llegado a su fin: se ha decidido la llamada Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz (LkSG). A partir de 2023, las grandes empresas estarán legalmente obligadas a responsabilizarse de los derechos humanos en sus cadenas de suministro. La decisión también impulsa los esfuerzos para establecer una ley de diligencia debida en materia de derechos humanos a nivel de la UE.
ANTECEDENTES
Desde hace casi dos años, destacados políticos alemanes se debaten en torno a la cuestión de introducir o no requisitos jurídicamente vinculantes para la diligencia debida en materia de derechos humanos. Tras un acalorado debate, la canciller Angela Merkel intervino personalmente e insistió en que era de esperar una ley antes del final de esta legislatura. En abril de 2021, se publicó un borrador que esbozaba las principales características de la nueva legislación. Tras algunos retrasos más y con pequeños ajustes, la ley final de diligencia debida en la cadena de suministro se aprobó en junio de 2021. Como era de esperar en la legislación alemana, el nombre es un bocado: Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz significa ley de diligencia debida en la cadena de suministro, y se abrevia como LkSG.
¿A QUÉ EMPRESAS AFECTA?
A partir del 1 de enero de 2023, la LkSG se aplicará a las empresas con 3000 empleados o más en Alemania. A partir del 1 de enero de 2024, la Ley de la Cadena de Suministro se aplicará a las empresas con 1000 empleados o más en Alemania. La ley también se aplica a las empresas con sede en el extranjero, si superan el número de empleados con sede en Alemania.
Los cinco elementos básicos de la diligencia debida
- Existe una declaración de política pública sobre el respeto de los derechos humanos
- Existe un proceso para identificar los efectos reales y potencialmente adversos sobre los derechos humanos (análisis de riesgos).
- Se han introducido las correspondientes medidas de prevención y control de su eficacia.
- La empresa informa sobre sus impactos
- La empresa establece o participa en un mecanismo de reclamación.
¿QUIÉN ES RESPONSABLE DE QUÉ?
Según la Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz, las empresas deben asumir la responsabilidad de toda su cadena de suministro, pero con una responsabilidad gradualmente reducida. Esto significa que, en un principio, las empresas sólo son responsables de sus proveedores directos, pero no de los proveedores de nivel inferior.
Sin embargo, si una empresa tiene conocimiento de un agravio en la cadena de suministro, se le exigirá que tome medidas correctivas. En cuanto se demuestre que una empresa ha tenido conocimiento de violaciones de los derechos humanos en la cadena de suministro pero no ha tomado medidas, se le pueden imponer fuertes multas. Además, las empresas pueden ser excluidas de las licitaciones públicas durante un máximo de tres años.
La Oficina Federal de Economía y Control de las Exportaciones (Bafa) se encargará de la supervisión. La autoridad recibirá un “mandato sólido” y podrá así realizar inspecciones in situ e imponer sanciones, según el ministro de Trabajo, Hubertus Heil (SPD).
Además, las organizaciones no gubernamentales y los sindicatos tendrán en el futuro la posibilidad de presentar demandas contra las violaciones de los derechos humanos en nombre de los trabajadores extranjeros. Hasta ahora, los perjudicados han podido demandar por su cuenta, pero en la práctica esto ha fracasado a menudo porque los trabajadores afectados no tenían recursos para presentar una denuncia.
Otro punto importante a tener en cuenta es que la nueva legislación no propone la responsabilidad civil.
QUÉ SIGNIFICA ESTO PARA LA LEGISLACIÓN A NIVEL DE LA UE
También hay esfuerzos a nivel de la UE para establecer una normativa sobre la diligencia debida en materia de derechos humanos. En la actualidad, el Parlamento de la UE está presionando a la Comisión para que diseñe una normativa de ámbito comunitario. El empuje de Alemania, la mayor economía de la Unión, no sólo acelerará este proceso, sino que aumentará la presión sobre la UE para crear unas condiciones equitativas. Si la legislación de la UE entra en vigor, la Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz alemana se ajustará en consecuencia.
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