El mercado se está inundando de productos que dicen ser ecológicos. Desde coches hasta servilletas, hay una versión verde de cada artículo. ¿Pero cómo saben los clientes qué productos ofrecen realmente beneficios ambientales?

Los productos ecológicos están disponibles para casi todas las necesidades diarias, y las formas en que son ecológicos son muchas y variadas: pueden ser eficientes en el uso de la energía o el agua; pueden utilizar materiales sanos y no tóxicos; pueden estar hechos a partir de fuentes recicladas o renovables; pueden utilizarse para hacer que los productos convencionales sean más eficientes o más duraderos; o pueden ser reciclables o biodegradables, entre muchas otras cosas.

Sin embargo, junto con todos los productos verdaderamente ecológicos, existe el riesgo de “lavado verde”, palabra que se utiliza para describir los productos que se anuncian falsamente como “ecológicos”, pero que no ofrecen ningún beneficio real para el medio ambiente o la salud. Con el estándar de Producto Verde, los consumidores pueden estar seguros de que lo que dice ser verde es realmente verde: experimentados auditores DQS analizan el proceso de producción durante una evaluación in situ, y otorgan el GC-Mark si el producto cumple con los requisitos especificados.

Con el GC-Mark Verified Green Product, se puede:

  • Demostrar su compromiso con la producción sostenible
  • Identificar las posibilidades de reducir al mínimo los efectos adversos
  • Descubrir nuevas oportunidades para aumentar la eficiencia
  • Imprimir el sello en sus productos para atraer a los consumidores